Jamila Benkhaek, Fatima Belchich y Jemaa El Majdoubi, Jemaa El Majdoubi llegaron a Huelva desde Marruecos para trabajar en el sector agrícola. Lo hicieron con contratación en origen, es decir, llegaron a España con un contrato de trabajo de tipología y duración determinada. Durante su estancia en Huelva han tenido la oportunidad de formarse para emprender su propio negocio en Marruecos gracias a una iniciativa de Fundación Cepaim, la empresa Agromartín y la Diputación Provincial de Huelva.
La iniciativa se ha enmarcado en el convenio firmado a principios de 2020 por la Fundación Cepaim, la empresa Agromartín y la Diputación Provincial de Huelva, que dio un marco jurídico al proyecto piloto de apoyo al emprendimiento de las mujeres marroquíes contratadas en origen. Este proyecto, que se comenzó a implementar en febrero de 2020, y que ha tenido que ser prorrogado en dos ocasiones por las circunstancias relativas a la declaración de la pandemia por la COVID-19, consiste en la selección y formación de un grupo de mujeres con voluntad de iniciar negocios en Marruecos para que reinviertan en sus lugares de origen lo ganado con su trabajo durante la emigración. Las mujeres han contado con el acompañamiento durante todo el proceso tanto en España como en Marruecos una vez que retornado a su país tras la finalización de la campaña agrícola. Además, el objetivo ha sido de crear cooperativas en el territorio para favorecer su autonomía y contribuir al desarrollo del lugar en el que residen implicado a otros familiares y vecinos.
A finales del pasado año, en el marco del seguimiento de apoyo a estas cuatro mujeres marroquíes contratadas en origen, los representantes de Cepaim, Nabil Mesli Azzouz (Coordinador del Área de Cooperación al desarrollo y Codesarrollo) y Javier Pérez Cepero (Director Autonómico para Andalucía y Ceuta) se desplazaron a Marruecos para conocer de primera mano en el terreno el desarrollo de los negocios iniciados por dichas trabajadoras, hoy empresarias en su país de origen. Y así, como colofón final de este proyecto piloto, poder evidenciar el éxito del mismo.
Debido al alcance geográfico y al tiempo disponible, la visita se centró en de dos iniciativas empresariales situadas en Agadir y Ouarzazate. Para hacer el seguimiento del plan de negocios llevado a cabo por las mujeres presentando primero la misión, visión y el trabajo de cada entidad. Y posteriormente verificar que el acompañamiento en su país de origen en cada una de las iniciativas de las mujeres dentro del proyecto financiado por la Diputación de Huelva ha sido correcto.
Visitas a las iniciativas:
En la visita a Jamila BENKHALEK, que acaba de beneficiarse del estatuto de autónoma, se comprobó el desarrollo del negocio de panadería y pastelería en su barrio. Su necesidad se basó en la adquisición de un equipamiento adecuado y un local como punto de venta. Asimismo, se notó que su pareja estaba involucrado con ella en el proyecto y que la podía reemplazarla en caso de su ausencia para venir a España para la campaña 2023 de recogida de frutos rojos, para así no romper el proyecto y seguir asegurando la actividad de ventas.
En la visita realizada a Jamila Jamal se tuvo la oportunidad de tomar contacto con todas las mujeres socias de la cooperativa «Rachmate Ouazguite» que acaba de constituirse, quienes reiteraron su compromiso y manifestaron su interés de seguir siendo solidarias invitando a CEPAIM para asistir en las diferentes etapas del tejido de alfombras tradicionales. Su necesidad radicaba en el primer capital de inversión para el suministro de materias primas (lana y fibras tejidas) estimado, para una operación de venta inicial equivalente a 10 alfombras estándar, en un monto de alrededor de 8 a 10 mil dirhams.
Para finalizar, todas las partes implicadas manifestaron su satisfacción por conseguir que “un proyecto que ha tenido que sortear tantas dificultades desde el comienzo, esté dando los frutos que tanto se han esperado, y que ha sido posible por el especial empeño de las tres entidades comprometidas con el mismo”.
Un proyecto que hoy es una realidad, que ha generado ilusión y riqueza en los lugares de origen de estas trabajadoras desplazadas a Huelva durante la campaña agrícola de frutos rojos, teniendo un efecto multiplicador al organizarse mediante cooperativas en implicar a otros familiares y vecinos, atrayendo la inversión de otras negocios complementarios, siendo todo un ejemplo de desarrollo económico y social para España y Marruecos.
